“DIA DE LA CANDELARIA”



“DIA DE LA CANDELARIA”

         Una de nuestras más arraigadas tradiciones mexicanas es el esperado día de la Candelaria, porque nos preparamos para comer y disfrutar de los ricos tamales, acompañado de un rico atole calientito. A aquellos designados por la suerte que les toco, el haber encontrado el niño dios en la rosca de “Día de los Reyes Magos”, cada seis de Enero. A quien no le ha tocado alguna vez partir la rosca de Reyes, encontrando al niño Dios y ser anotado en una lista para llevar los tamales o atole el “día dos de la Candelaria”.
         Pero esta tradición tiene un origen cristiano y a la vez prehispánico que se sincretizo a través del tiempo. Primeramente de acuerdo a su origen religioso, nos dice que es una fiesta que celebraban los cristianos en honor a la “Virgen de la Candelaria” o también conocida como “La Virgen María de la Candelaria”,  virgen que tiene su origen en Tenerife, una isla perteneciente a España, que deriva de la palabra: “Candelero o Candela”, que hace referencia a la Luz Santa, que guía al buen camino, la salvación y refuerza la fe en Dios. También este día es cuando finaliza el periodo navideño, una vez pasado los cuarenta días del festejo de Navidad o del nacimiento del Niño Jesús.
         En cuanto al origen histórico de la fiesta de la Candelaria, surge en el Lejano Oriente, específicamente en Jerusalén, nombrando al  “Encuentro del niño Jesús ante el templo sagrado de Salomón”; esta remembranza se fue extendiendo hacia el Occidente durante el siglo VI, llegando a Roma y a la Santa Sede, hasta llegar a cada parte del mundo católico. Dicha celebración es una fecha Litúrgica que se celebra cada dos de febrero, donde se retoma un pasaje bíblico del Nuevo Testamento, donde se hace mención que en dicha fecha fue presentado el Niño Jesús ante el templo de Jerusalén como ritual Judío y simbólicamente la purificación de María, en cumplimiento de las predicciones del antiguo testamento en la llegada del “Mesías” libertador del pueblo judío.
         Esta fiesta se conoce y se celebra con diferentes nombres, en todas las partes del mundo, por mencionar algunos: La Presentación del Señor, La Fiesta de las Candelas, La Fiesta de la Luz, etc.; donde el niño Jesús es la Luz del mundo, quien vino a iluminar a todo ser humano como una vela o una candela y quien es presentado por su madre María en el templo de Jerusalén, por este motivo se deriva el nombre de la Candelaria.
         Segundo, esta celebración en México del dos de Febrero, también tiene orígenes prehispánicos mezclados con los católicos, pues en aquella época antigua, los habitantes de varios pueblos indígenas llevaban a la iglesia su primera cosecha de mazorcas (maíz), con el fin de que estas sean bendecidas y ofrecerlas a Dios, para que en futuras cosechas sean más productivas y así cumplir con el primer ciclo agrícola. Este proceso o ritual que hacían nuestros antepasados, estaba a la par con el calendario Azteca y su primer día del año, donde se celebraba al Dios Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl y sobre todo coincidiendo con el día de la presentación del Niño Jesús ante el templo sagrado de Jerusalén. De esta manera se mezclan las tradiciones indígenas con las españolas desde tiempos de la colonia.
         Esta tradición es más colorida en la Ciudad de México, ya que las personas católicas tienen la costumbre de que cada día dos de febrero llevan a la figura del niño Jesús a la iglesia para bendecirlo y escuchar la misa completa en familia, vistiendo al niño Jesús con diferentes ropajes, que van desde santos, como: niño de las palomas, niño corazón de Jesús, San Juditas Tadeo, niño San Francisco de Asís, Niño de Atocha, de San Martin de Porres, San Jerónimo, San Martin Caballero, etc. o a personajes famosos de todo tipo actualmente.
         La celebración del día de la Candelaria, que cada año celebramos los mexicanos, gracias al día de la Rosca de Reyes, es donde se reúnen  en familia, o en el trabajo, amigos o escuela, a comer ricos tamales y beber un calientito atole de diferentes sabores, en vez de otros platillos, esto se debe a una razón muy sencilla, que viene desde tiempos prehispánicos y de nuestro principal alimento como lo es el maíz, transformado en tamales, dados como ofrenda a los dioses, un alimento esencial en la vida de los indígenas y que fue origen de vida de los primeros hombres creados en base a este alimento, según el libro sagrado del Popol Vuh o libro del indígena Quiché.
        
        





        

          

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