La
Celebración del miércoles de Ceniza es una tradición católica que lleva varias
curiosidades y obligaciones. Simboliza el periodo de 40 días que Jesús pasó
vagando en el desierto; el pasado miércoles marco la puesta en marcha de la
cuenta regresiva para el inicio de la Semana Santa (del 15 al 21 de Abril), un
periodo de 40 días, que es la preparación para la celebración de la Pascua
Judía.
Llega para el católico los 40 días, de
ayuno y la abstinencia en su vida cotidiana. Los feligreses están llamados a
asistir a misa, para recibir la señal de la ceniza, el sacerdote o diácono da
la imposición de una marca dibujando la cruz o un punto en la frente o en la
sien, según cada sacerdote o diacono y mencionando la frase “Hombre recuerda
que polvo eres y que al polvo volverás” (Memento Homo, qui pulvis es et in
pulverem reverteris), frases escritas en el Génesis del Antiguo Testamento,
como recuerdo de la mortandad del ser humano en este mundo y el paso efímero en
esta vida. Hoy en día también se dice la frase: “Conviértete y cree en el
Evangelio”, como un refuerzo a la Fe católica, que debe profesar cada creyente.
La
Ceniza no es una ceniza cualquiera. Para la ocasión se utilizan los restos que
surgen al quemar las palmas bendecidas
del domingo de ramos del año anterior, al congregarse en la iglesia los
católicos de preferencia deben confesar sus pecados el mismo día del miércoles
de ceniza, ya que es un día de reconocer la propia fragilidad y breve estancia
en esta vida. Se deben seguir los preceptos o normas de la Iglesia, como lo
son: pedir perdón a Dios, la confesión de los pecados, dar limosna, hacer
penitencias, etc... Es más mediante el cumplimiento de las obligaciones que
todo creyente debe tener se agregan las de: Tener solo una comida fuerte al
día, el ayuno en miércoles de ceniza, así como el viernes Santo, la Oración y
las limosnas; quedan exentos de tales obligaciones las personas mayores de 59
años y los menores de 18 años, personas enfermas y mujeres embarazadas o en
etapa de Lactancia.
Durante todo el miércoles de ceniza,
los viernes de Cuaresma y sobre todo el viernes Santo, no se puede comer carnes
rojas y sus derivados; obligando a todos los católicos mayores de 14 años sin
excepción. Con estas prácticas, el católico refuerza su fe, demostrando a Dios
que está arrepentido de sus pecados y
por haberlo ofendido.
Estas fechas significativas para el creyente
católico tienen muchas matices, ya que unos se preparan espiritualmente para
seguir fielmente estas tradiciones en un ambiente de reflexión, arrepentimiento
y promover una actitud de penitencia, otros Católicos “de nombre, no de
práctica”, están viendo su destino turístico para pasear y disfrutar de las
vacaciones de Semana Santa, contrastes de un México en donde se dice que hay
una doble moral o más bien un doble propósito en Semana Santa.
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