RECIBE ESTUDIANTE
DE CEVIP PREMIO NACIONAL por Meza D. M.
Xalapa, Ver. En una sencilla pero emotiva ceremonia, hecha de
forma virtual mediante la plataforma Zoom, el estudiante del Doctorado en
Ciencias Penales del Centro Veracruzano de Investigación y Posgrado (CEVIP), Moisés
Meza Díaz, recibió el IX Premio Nacional de Crítica Literaria “Elvira López
Aparicio” que otorga el Centro de las Artes y la Cultura, Departamento de
Letras, Universidad Autónoma de Aguascalientes, por su ensayo titulado “Otra mirada
a Elías Nandino”.
El jurado destacó el estado del
arte manejado sobre el poeta coculense, así como otra visión que se ofrece de
su obra, distinta a la que han hecho los diferentes estudiosos sobre el tema. Una
vez concedida la palabra, el ganador dijo que fue un honor recibir tal
distinción por la Casa de Estudios, pues considera que fue un homenaje a este
poeta esencial que es un “médico de sí mismo y del mundo” como afirmaba el
filósofo Gilles Deleuze.
Cabe hacer mención que en esta
ceremonia de premiación hubo varias categorías entre ellas Crítica del Arte,
Actuación, Dramaturgia, Guion Cinematográfico, Cuento, Poesía, Crítica
Literaria, entre otras, en donde se otorgaron primeros, segundos, terceros
lugares y hasta mención honorífica. En el caso del ganador de Crítica Literaria
fue el único por unanimidad del jurado y no hubo mención honorífica, lo que
realza su logro.
La obra ganadora se centra en la
figura de Elías Nandino, poeta nacido en Cocula, Jalisco en el año de 1900. En
1979 fue condecorado con el Premio Aguascalientes y el Premio Nacional de
Literatura. Además de escritor, fue médico y trabajó en anfiteatros en la
Ciudad de México. Dirigió varias revistas y le editó libros a Xavier
Villaurrutia y a Salvador Novo. Fue denominado “El último de los
Contemporáneos”, movimiento artístico-cultural de la primera mitad del siglo XX
en nuestro país, el cual se destacó por su vanguardia frente al proyecto
nacionalista de José Vasconcelos. Su poesía se caracteriza por ser mística, metafísica,
nihilista, existencialista, simbólica, neoromántica y posmoderna, pues le canta
a la muerte, a Dios, al desasosiego, a la melancolía o a la soledad. El ganador
hizo una comparación de la poética nandiana con el pensamiento existencialista de
Miguel de Unamuno, quien señalaba que “la vida antes de ser vivida, debe ser
sentida” y que el fin último de la filosofía es la búsqueda de la inmortalidad.
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